LA ALFALFA, antianémica
Es una maravillosa fuente de vitaminas.
Muy eficaz en los casos de hemorragia, por su alto contenido
en vitamina K natural, en las dolencias inflamatorias como la artritis. Tiene
una poderosa acción desintoxicante, siendo una gran depurativa, más aún que la
levadura de cerveza y el germen de trigo.
Con acción diurética, conviene en los problemas renales.
Por su elevado contenido en vitamina D natural, calcio y
fósforo orgánicos, resulta beneficiosa para los huesos y dientes, muy útil en
el embarazo y después de la menopausia para evitar la descalcificacioón y la osteoporosis.
Contiene enzimas básicas para el correcto funcionamiento de
nuestro cuerpo, como por ejemplo proteasa, inversamente, y lipasa, que le
confieren actividad reductora de las grasas en sangre, de ahí que sea útil para
la arteriosclerosis, también repara el tejido conjuntivo, re mineraliza, en muy
rica en sílice, contiene más vitamina D y A que los aceites de pescado y un
gran número de oligoelementos.
Muy eficaz en los dolores de estómago y en las úlceras
sangrantes, corrige los gases, ayuda en la digestión y soluciona la falta de
apetito (pero no aumenta el apetito en personas que no estén inapetentes).
Muy interesante en los casos de anemia y cuando hay
desarreglos con la menstruación o la falta de ella.
Todas las embarazadas deberían tomarla durante el embarazo y
la lactancia para evitar deficiencias en minerales y vitaminas.
Muy buena en los problemas hepáticos y en el acné.
Contiene las hormonas femeninas llamadas estrógenos, por lo
que es aconsejable en la menopausia, en los desarreglos con la menstruación y
en los problemas de ovarios.
Actúa sobre la hipófisis, bloqueando la secreción de hormona
luteinizante, por lo que servirá para reducir la transformación de testosterona
en aldosterona, en los casos de adenoma de próstata.
Se puede tomar fresca en las ensaladas o hervida o en forma
de cápsulas.
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